BEIRUT, Líbano.- El régimen sirio perdió el control total de Alepo, la segunda ciudad del país, por primera vez desde el inicio de la guerra civil en 2011, tras una ofensiva relámpago de una coalición de grupos rebeldes dominada por islamistas.

Medio Oriente ya está sacudido desde octubre de 2023 por la guerra entre Israel y el movimiento palestino Hamas en Gaza y en vilo por el frágil cese el fuego acordado esta semana entre el Estado judío y Hezbollah.

El presidente sirio, Bashar al Asad, prometió reprimir con dureza esa ofensiva “terrorista”, que según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) dejó más de 370 muertos desde su inicio el miércoles.

“El terrorismo sólo entiende el lenguaje de la fuerza y es con este lenguaje que lo romperemos y lo eliminaremos, sean cuales sean sus partidarios y sus promotores”, afirmó Al Asad.

El grupo Hayat Tahrir al Sham (HTS) y otras facciones rebeldes aliadas “controlan Alepo, excepto los barrios que quedaron bajo control de las fuerzas rebeldes kurdas”, dijo a la agencia AFP Rami Abdel Rahman, director del OSDH, una oenegé con sede en Reino Unido que cuenta con una amplia red de informadores en el terreno.

Son los enfrentamientos de mayor magnitud en varios años en Siria, donde la guerra civil estalló en 2011 después de que el gobierno de Al Asad reprimiera brutalmente protestas pacíficas.

Ese levantamiento popular derivó en una guerra abierta en la que se implicaron potencias regionales y mundiales y grupos yihadistas, que ha dejado medio millón de muertos, millones de desplazados y un país partido.

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Los insurgentes liderados por el HTS controlan amplias franjas de territorio en la provincia de Idlib, en el noroeste, y algunas zonas en Alepo, de Hama, en la zona central, y de Latakia, con salida al Mediterráneo.

Los kurdos sirios instauraron por su lado una autoridad autónoma apoyada por una fuerza militar en franjas del noroeste.

El régimen sirio, con el apoyo de Rusia y de Irán, comenzó una contraofensiva en 2015 que le permitió recuperar progresivamente el control de gran parte del país.

Desplome

Los insurgentes iniciaron el miércoles su campaña militar coincidiendo con la entrada en vigor del frágil alto el fuego en Líbano entre Israel y el movimiento islamista Hezbollah, respaldado por Irán, tras dos meses de una guerra sin cuartel.

Los rebeldes tomaron decenas de localidades en su marcha hacia Alepo, cuya rica historia está plasmada en la ciudadela ubicada en su casco antiguo, inscrita por la Unesco en la lista del patrimonio mundial en peligro.

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Rusia -cuya aviación fue crucial para que el gobierno sirio recuperara terreno- volvió a bombardear Alepo por primera vez desde 2016, según el OSDH.

“Oímos una explosión y las paredes se nos vinieron encima. Vi a dos de mis nietos cerca mio y me los llevé”, relató Um Mohamad desde su lecho en un hospital. La mujer perdió a su nuera, que era madre de cinco niños.

“Las líneas del régimen colapsaron a una velocidad increíble, que tomó a todos por sorpresa”, apuntó Dareen Khalifa, experta del International Crisis Group.